Ayer nos acostamos lloviendo. No lluvia torrencial pero sí esa agua incómoda que te cala hasta los huesos. Sin embargo el nuevo día se nos muestra con esa luz rojiza del amanecer que sube los ánimos y alegra las piernas.
Desayunamos y con la imponente figura del Manaslu al fondo, escoltado entre otras montañas colmadas de nieve, nos ponemos en marcha. Aunque la temperatura es fresca, el camino, una pista ancha que se convertirá en la futura carretera, en avance de la mañana va calentando el aire. Caravanas de porteadores y arrieros trasladan cargas de unos pueblos a otros. Al lado del camino, serrerías improvisadas con medios siempre manuales, cortan trocos caidos y los convierten en vigas para la construcción de casas que posteriormente se transportarán a hombros de lugareños.
Vamos pasando por pueblos, poblados o simplemente viviendas que ofrecen distintos servicios al caminante, enganchados al remolque del turismo, que seguro le reportan unos beneficios que alivian una economía paupérrima. Casi todo aquí gira en torno al treking, y la economía casi únicamente se nutre de los extranjeros y de campos exiguos que a duras penas ofrecen cereales con los que pasar el ya inminente invierno.
Chame es un pueblo de cierta entidad, con bares, lodges e incluso internet, donde hay un control militar en el que tenemos que volver a sellar las cartillas. Hay multitud de extranjeros con sus guías y porteadores. Hay establecimientos donde se nos da la oportunidad de abastecernos de "agua limpia", es decir agua potabilizada y filtrada en unos artefactos de los que no sé si fiarme. Yo receloso, mientras pueda, sigo comprando el agua embotellada, cada vez más cara, pero con ciertas ,que no todas, garantías de higiene.
Esto que acabo de contar respecto al agua potabilizada, tiene su segunda lectura. No es sólo la garantía sanitaria lo que está en la balanza. Pensemos por un momento los miles de senderistas que llegan al país todos los años , las botellas de agua que se compran diariamente, 2 ó 3, y los residuos que generan. No estamos hablando de que los turistas las tiren al río o al suelo una vez vacias de su contenido, sino que tenemos que situarnos en un pais sin recursos para reciclar esa cantidad apabullante de residuos. ¿Que hacen los nepalís con esas botellas? Pues quemarlas, enterrarlas, ... Hay voces que pregonan y aconsejan el consumo de este agua "a granel" con el objeto de aprovechar los envases dia tras día, o bien el uso de cantimploras y/o botellas metálicas tipo Laken.
Pasamos por sus calles contemplando el Annapurna II y IV. Leo en una guía los siguiente:
" La llamada Diosa de las Cosechas, que es lo que significa en lengua sánscrita el topónimo Annapurna, presenta una corona de cumbres que a lo largo de medio siglo ha sido testimonio de las tragedias y las gesta de alpinistas de todo el mundo."
Paramos a repostar en Bhratang, poblado casi abandonado y derruido, de aspecto fantasmal.
Pasamos por el Paungda Danda, "Puerta del Pararaiso", espectacular accidente geológico producido por un antiguo glaciar. Una fuerte subida a través de un bosque nos sitúa en Dhukur Pokhari.
Ahora el camino es cómodo, y el paisaje abierto por la amplitud del valle. Ríos, piedras, puentes y bosquetes de coníferas nos acompañan en este tramo.
El siguiente alto en el camino es Lower Pisang, donde existe la posibilidad seguida por la mayoria de los porteadores, de seguir por la pista, mucho más cómoda para ellos, por evitarse los desniveles, a veces importantes, del camino tradicional. Nosotros como casi todos los extranjeros, optamos por subir a Upper Pisang donde pasaremos la noche, escoltados por maravillosas vistas.
Planito fuera de escala del recorrido:
Capítulo 1. Introducción
Capitulo 2. Kathmandú
Capitulo 3. Besi Sahar Jagat
Desayunamos y con la imponente figura del Manaslu al fondo, escoltado entre otras montañas colmadas de nieve, nos ponemos en marcha. Aunque la temperatura es fresca, el camino, una pista ancha que se convertirá en la futura carretera, en avance de la mañana va calentando el aire. Caravanas de porteadores y arrieros trasladan cargas de unos pueblos a otros. Al lado del camino, serrerías improvisadas con medios siempre manuales, cortan trocos caidos y los convierten en vigas para la construcción de casas que posteriormente se transportarán a hombros de lugareños.
Vamos pasando por pueblos, poblados o simplemente viviendas que ofrecen distintos servicios al caminante, enganchados al remolque del turismo, que seguro le reportan unos beneficios que alivian una economía paupérrima. Casi todo aquí gira en torno al treking, y la economía casi únicamente se nutre de los extranjeros y de campos exiguos que a duras penas ofrecen cereales con los que pasar el ya inminente invierno.
Chame es un pueblo de cierta entidad, con bares, lodges e incluso internet, donde hay un control militar en el que tenemos que volver a sellar las cartillas. Hay multitud de extranjeros con sus guías y porteadores. Hay establecimientos donde se nos da la oportunidad de abastecernos de "agua limpia", es decir agua potabilizada y filtrada en unos artefactos de los que no sé si fiarme. Yo receloso, mientras pueda, sigo comprando el agua embotellada, cada vez más cara, pero con ciertas ,que no todas, garantías de higiene.
Esto que acabo de contar respecto al agua potabilizada, tiene su segunda lectura. No es sólo la garantía sanitaria lo que está en la balanza. Pensemos por un momento los miles de senderistas que llegan al país todos los años , las botellas de agua que se compran diariamente, 2 ó 3, y los residuos que generan. No estamos hablando de que los turistas las tiren al río o al suelo una vez vacias de su contenido, sino que tenemos que situarnos en un pais sin recursos para reciclar esa cantidad apabullante de residuos. ¿Que hacen los nepalís con esas botellas? Pues quemarlas, enterrarlas, ... Hay voces que pregonan y aconsejan el consumo de este agua "a granel" con el objeto de aprovechar los envases dia tras día, o bien el uso de cantimploras y/o botellas metálicas tipo Laken.
Pasamos por sus calles contemplando el Annapurna II y IV. Leo en una guía los siguiente:
" La llamada Diosa de las Cosechas, que es lo que significa en lengua sánscrita el topónimo Annapurna, presenta una corona de cumbres que a lo largo de medio siglo ha sido testimonio de las tragedias y las gesta de alpinistas de todo el mundo."
Paramos a repostar en Bhratang, poblado casi abandonado y derruido, de aspecto fantasmal.
Pasamos por el Paungda Danda, "Puerta del Pararaiso", espectacular accidente geológico producido por un antiguo glaciar. Una fuerte subida a través de un bosque nos sitúa en Dhukur Pokhari.
Ahora el camino es cómodo, y el paisaje abierto por la amplitud del valle. Ríos, piedras, puentes y bosquetes de coníferas nos acompañan en este tramo.
El siguiente alto en el camino es Lower Pisang, donde existe la posibilidad seguida por la mayoria de los porteadores, de seguir por la pista, mucho más cómoda para ellos, por evitarse los desniveles, a veces importantes, del camino tradicional. Nosotros como casi todos los extranjeros, optamos por subir a Upper Pisang donde pasaremos la noche, escoltados por maravillosas vistas.
Planito fuera de escala del recorrido:
Capítulo 1. Introducción
Capitulo 2. Kathmandú
Capitulo 3. Besi Sahar Jagat
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