Primer test importante para la gran cita de la temporada: G.T. Peñalara.
Se trataba de hacer unos 40 kmts en condiciones más duras que la carrera para lo cual se nos ocurrió subir el Turbina desde Parres, bajar a Arenas y subir a Sotres por la senda de Caoru.
No salieron las cosas muy bien aunque sí completamos el circuito satisfactoriamente.
Por alguna razón q desconozco, pero trataré de averiguar, el gps no me visualizaba el track que había metido, a pesar de que sí estaba dentro. No sin cierta tribulación, Gonzalo y yo empezamos a subir la Cuesta Caballo, sin dificultad de orientación alguna. En 50 minutos, bañados literalmente en sudor, por el calor y la humedad ambiental, estábamos arriba.
Para alguien q conozca este pico, el Turbina, aquello es un laberinto a lo que tenemos que sumar la niebla que nos impedía orientarnos adecuadamente.
Tras mil vueltas llegamos al pico. En la bajada también sufrimos alguna pequeña pérdida q nos hizo llegar a Arenas con una hora sobre el horario previsto.
Es increible cómo te desorientas con niebla. Aún sabiendo la dirección que tienes que seguir, no era capaz de dar con los caminos y tuvimos que subir y bajar colinas como condenados, amén de meternos en terrenos llenos de árgomas, espinos.... Bueno, a eso íbamos, a correr, sufrir lo justo y a entrenar...
Avituallados en este pueblo, emprendemos la segunda parte del día. Este itinerario es mucho más fácil y evidente, tanto por ser mucho más conocido, como por estar recientemente marcado. Aún así, tuvimos un pequeño despiste al saltarnos una bifurcación y llegar a Tordín. Media vuelta, y una vez tomado el camino ya no volvimos a perdernos.
La cosa no acabó ahí. Enseguida empezó a llover, cada vez mas fuerte, y como dicen en la tele, con abundante aparato eléctrico, que nos hizo guardar los bastones.
En algún momento tuve un bajón de "la fuerza", pero poco a poco recuperé y a partir de ese momento las sensaciones fueros muy buenas.
La niebla espesa. apunto nos hizo abandonar cerca de La Caballar, ya que no era capaz de dar con la entrada. Un golpe de aire despejço la zona, encontramos el sendero, y pudimos continuar. Una vez en la majada de La Caballar, sólo teníamos que bajar por una pista a Sotres, donde dimos cuenta, Gonzalo y yo de un buen bocata de jamón y queso de Cabrales regado por unas cervecillas bien frias en el Hotel Sotres, donde siempre somos bien cuidados, atendidos y agasajados.
Además de los arañazos en las piernas, 6 garrapatas que me quité en casa, multitud de picotazos de variados insectos, rozaduras variadas y mojados como sopas, disfrutamos como niños.
El próximo día prometo llevar cámara de fotos.
Distancia: 40,00 kmts
Desnivel positivo: 3.200 mts
Tiempo: 9:00 horas (con pérdidas incluidas)
Se trataba de hacer unos 40 kmts en condiciones más duras que la carrera para lo cual se nos ocurrió subir el Turbina desde Parres, bajar a Arenas y subir a Sotres por la senda de Caoru.
No salieron las cosas muy bien aunque sí completamos el circuito satisfactoriamente.
Por alguna razón q desconozco, pero trataré de averiguar, el gps no me visualizaba el track que había metido, a pesar de que sí estaba dentro. No sin cierta tribulación, Gonzalo y yo empezamos a subir la Cuesta Caballo, sin dificultad de orientación alguna. En 50 minutos, bañados literalmente en sudor, por el calor y la humedad ambiental, estábamos arriba.
Para alguien q conozca este pico, el Turbina, aquello es un laberinto a lo que tenemos que sumar la niebla que nos impedía orientarnos adecuadamente.
Tras mil vueltas llegamos al pico. En la bajada también sufrimos alguna pequeña pérdida q nos hizo llegar a Arenas con una hora sobre el horario previsto.
Es increible cómo te desorientas con niebla. Aún sabiendo la dirección que tienes que seguir, no era capaz de dar con los caminos y tuvimos que subir y bajar colinas como condenados, amén de meternos en terrenos llenos de árgomas, espinos.... Bueno, a eso íbamos, a correr, sufrir lo justo y a entrenar...
Avituallados en este pueblo, emprendemos la segunda parte del día. Este itinerario es mucho más fácil y evidente, tanto por ser mucho más conocido, como por estar recientemente marcado. Aún así, tuvimos un pequeño despiste al saltarnos una bifurcación y llegar a Tordín. Media vuelta, y una vez tomado el camino ya no volvimos a perdernos.
La cosa no acabó ahí. Enseguida empezó a llover, cada vez mas fuerte, y como dicen en la tele, con abundante aparato eléctrico, que nos hizo guardar los bastones.
En algún momento tuve un bajón de "la fuerza", pero poco a poco recuperé y a partir de ese momento las sensaciones fueros muy buenas.
La niebla espesa. apunto nos hizo abandonar cerca de La Caballar, ya que no era capaz de dar con la entrada. Un golpe de aire despejço la zona, encontramos el sendero, y pudimos continuar. Una vez en la majada de La Caballar, sólo teníamos que bajar por una pista a Sotres, donde dimos cuenta, Gonzalo y yo de un buen bocata de jamón y queso de Cabrales regado por unas cervecillas bien frias en el Hotel Sotres, donde siempre somos bien cuidados, atendidos y agasajados.
Además de los arañazos en las piernas, 6 garrapatas que me quité en casa, multitud de picotazos de variados insectos, rozaduras variadas y mojados como sopas, disfrutamos como niños.
El próximo día prometo llevar cámara de fotos.
Distancia: 40,00 kmts
Desnivel positivo: 3.200 mts
Tiempo: 9:00 horas (con pérdidas incluidas)
La ruta en el Wiki:
No es aconsejable bajarse esta ruta, ya que contiene todas las vueltas de peonza que dimos a la subida y bajada del Turbina, así como la visita turística a Tordín.
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