Partimos del aparcamiento del
Lago Ercina bordeando éste por su margen derecha. Subimos a un promontorio y
siguiendo las marcas de un “ Pr”, llegamos enseguida a la Vega del Bricial. Una
depresión a nuestra izquierda nos marca el llamado “tercer lago”, que se forma
en invierno al congelarse los sumideros naturales que desaguan esta dolina
natural.
Segimos el camino, muy marcado hasta desembocar en la pista que nos
lleva sin pérdida a Pandecarmen.
Aunque el camino “oficial”
nos llevaría hasta la Vega de la Piedra, vamos a tomar un atajo: Después del
aparcamiento de Pandecarmen, y justo antes de la Vega del Huerto, a la derecha
de un gran cartel del Parque, sale un camino que baja al río Pomperi. Vadeamos
el río que en esta época del año trae poca agua y siguiendo unas feísimas
marcas rosas nos introducimos en el “Camín de la madera”. Un corto ascenso nos
lleva a Los Llanos del Burdio , que identificaremos por cuatro hermosísimos
acebos que allí crecen. En este lugar nos encontraríamos con el camino que
llega desde la Vega de la Piedra, si por cualquier razón hubiésemos optado por
este último itinerario.
Cruzamos esta pequeña campera
y buscamos un camino muy marcado, que nos lleva a la Vega de Los Corrales,
pradería encharcada que con algo de pericia y un poco de suerte no será
obstáculo. Al final de este prado encontramos una alambrada que saltaremos,
procurando dejarla en el mismo estado que la encontramos. Desde aquí, y siempre siguiendo las sempiternas
marcas rosas, nos introducimos en el monte La Cerezal, un hayedo frondosísimo,
donde cucos, herrerillos, y picapinos, además de múltiples mamíferos y roedores
viven y se reproducen.
Después de una subida en zigzag, no muy
exigente llegamos al paraje llamado Jaedo La Ciarda, corazón del Camín, de
donde eran sacados los árboles para su aprovechamiento industrial. Podríamos
seguir al frente, hasta los Cabritales, para disfrutar de un paisaje sin igual.
Desde La Ciarda, a la izquierda,
nuestro camino gira 90º a la izquierda, por una ladera erosionada por el ganado
y francamente empinada, que nos introduce en una pequeña majada llamada La
Ciarda, con dos cabañas derruidas y un sumidero en mitad de la misma.
La
cruzamos y remontamos por un camino que nos va desviando a la derecha hasta
alcanzar un collado. Frente a nosotros, el modesto pico Las Vidrosas, máxima
cota de hoy y a cuya cumbre accedemos sin ningúna dificultad..
Desandamos de nuevo hasta el
collado y sin perder mucha altura debemos ganar otro pequeño collado a nuestra
derecha que da acceso a La Redondina, pequeña majada con espectaculares vistas
del bosque de Pome, Pan de Colines, lago Enol…
Debemos buscar a la izquierda
y al final de la majada un muro de piedra medio derruido con un jito
encima:Este es el punto por donde debemos bajar. Cruzamos una alambrada, y por
un camino que atraviesa bajo un pequeño bosquete de hayas, y al lado de la
alambrada nos introduce en la Cuenye Los Corrales, que nos dejará, tras unos
cuantos metros de descenso en la Vega Los Corrales.
Ahora sólo nos queda desandar
el camino hasta el Lago Enol, el cual rodearemos por un pequeño sendero que por
la margen derecha del mismo, nos deja al lado de las escaleras que nos llevan a
La Tiese.
Distancia aproximada: 15 km (ida y vuelta);
Desnivel: 750 mts
Cartografía: IGN 1:25.000 Hoja 55-I y II.
Leyendo este post me entran unas ganas terribles de hacer la ruta.
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Trini