Braña La Puerca (1.119)- Xiblu (1.220)- Brañas Navariegas (1.596)- Pico Piedras (1.993)- Braña La Mesa (1.677)- Saliencia (1.110).
Parte de los textos de esta entrada ya fueron usados en este mismo blog en otras excursiones anteriores.
La ruta que
hoy emprendemos parte de la
Braña de La
Puerca, en una explanada aparcamiento con varios paneles explicativos
y a la que accedemos en el kmt 42,500 de la carrera As-228, hacia el puerto
Ventana y a 15 kmts de San Martín de Teverga.
Este
aparcamiento es la antesala del Hayedo
de Montegrande,
"El Hayedo de Montegrande, en plena Cordillera
Cantábrica, al sur del concejo de Teverga, es la tercera mancha forestal
de Asturias, tras Muniellos y Peloño. La zona donde se ubica es conocida como
El Privilegio, concejo independiente del de Teverga hasta 1827 compuesto por
los pueblos de Páramo, La
Focella y Villa del Sub; Bermudo II concedió a esta zona un
privilegio en el año 1033 que decía que toda persona nacida en ese territorio
sería considerada libre y noble."
Iniciamos el camino por una ancha pista casi
llana. El camino discurre entre hayas, árbol por excelencia de esta zona,
además de otras especies como el serbal, espinera, roble o acebo. La fauna que
por estos lares se desarrolla está formada por grandes mamíferos como ciervos,
corzos, jabalíes, incluso lobos y osos. Buitres y azores son los dueños del
cielo y el urogallo tiene aquí uno de sus últimos reductos.
Continúa la pista con leves subidas y
bajadas hasta el kilómetro 4,00 donde descendemos hasta el río La Verde o Fundi, en las
cercanías de la Ferviencia,
cruzando éste por un puente de madera.
Podemos, y debemos girar a la izquierda e
introducirnos en el Monte Braniecha, para remontar por la margen izquierda del
río y apenas durante 1 kmt. para acercarnos a las cascadas del Xiblu, sucesión
de tres saltos que desarrollan en conjunto una altura de 100 metros. Lógicamente,
la espectacularidad del lugar es directamente proporcional al caudal de agua,
siendo la primavera, con el deshielo, la mejor época del año para visitar este
enclave.
Una vez contempladas y disfrutadas, debemos
desandar el camino hasta el puente y tomar el camino, ahora casi senda, que nos
lleva en dirección a la
Fociella. Sin llegar a este pueblo, y a unos 1,2 kmts del
anterior cruce, encontraremos un cartel a la izquierda que nos desvía a la Brañas Navariegas
En este
momento el camino se estrecha y sube sin tregua al lado de unas cabañas. Los
robles y las hayas del bosque de La Braniecha desaparecen y sobre suelo silíceo crece
el brezo y el piorno y quizás unos pocos abedules. Algún tramo empedrado fruto
de aquellas estaferias de las que fue testigo Jovellanos y que consistían en
arreglar los caminos y propiedades comunes del pueblo los fines de semana de la
primavera, hace menos penosa la subida.
“. Estaban los
vecinos en estaferia, trabajando poco y mal, para dejar el camino peor que estaba,
pero perdiendo su tiempo. Más de ciento cincuenta personas se emplearían entre
hombres y mujeres.”
Este empedrado
intermitente nos da una idea de la pretérita importancia de esta vía de comunicación
que comunicaba como variante del camino de la Mesa, Torrestío con Teverga, Castilla y Asturias.
Oímos el rumor
del arroyo Fundi, dependiendo de la época, crecido y bravo con el agua procedente
del tempano deshielo, o breve y sumiso debido al estiaje. Agua en el camino,
nieve delante de nosotros o con las praderías agostadas, cruzamos el cauce y
subimos por un camino estrecho, remontando una morrena glacial, para
desembocar en un pequeño circo glaciar donde están asentadas las cabañas y
corros de la braña.
"Posiblemente una de las brañas de pastoreo más antiguas
de Asturias sea la de Las Navariegas, en tierras teverganas del famoso Valle
del Privilegio. Esta braña es de pertenencia de los vecinos del pueblo de La Focella (o la Focecha y por eso se la
conoce también con el nombre de Braña de La Focella). Siendo ese pueblo, ya era citado por Jovellanos en sus Diarios,
pues en él además había un gran lago, actualmente casi desecado (dicen los
lugareños que intencionadamente por causa del paludismo). A esta braña también
iban los ganaderos de los pueblos de Fresnedo y Páramo. Estando situada a los
pies de los picos del Aguila y Carbacedín (que rondan los 1900 metros de
altitud), en la ladera oriental del cordal y puerto de La Mesa. "
Cabañas y
corros ya abandonados en su mayoría, orientados al sureste, recuerdan otros
tiempos donde el pastoreo tenía una importancia vital en la vida de estos
pueblos. La evolución de la economía y en los modos de vida, condenan al olvido
las construcciones, caminos, aperos y costumbres antaño vitales.
"Los corros son unas construcciones de planta
circular, que suelen tener el dintel de la puerta de forma dolomítica y su
techo también es de piedra, al igual que los muros, con falsa bóveda y curiosas
salidas para el humo de sus hogares. En algunas zonas los llaman
"cortes" o "corras".
Podemos descansar unos minutos, antes de
iniciar el último esfuerzo y subir al alto de Las Navariegas (1.818 mts),
límite entre Asturias y León. Para llegar a este punto es preciso seguir un camino
ganadero hasta el límite de un escobal de grandes dimensiones. Desde este punto
giramos 90º a la izquierda y encaramos el alto
con cuidado de encontrar y no perder sendas y pasos de fauna poco
marcados que sortean un tapiz de arándanos, y así evitar el siempre difícil
tránsito entre xiniestas y
brezos.
Una vez arriba podemos mirar al otro lado de
la vertiente: a nuestros pies el camino de La Mesa y más allá, la subida a La Farrapona. Al
frente, Peña Orniz, Cuetalba, La
Muela, Calabazosa…
Cresteamos hacia el Pico Las Piedras (1.933
mts)), vértice geográfico entre Asturias, León, Teverga y Somiedo, máxima
altura de hoy, que alcanzaremos sin dificultad alguna.
“El concejo de Somiedo es uno de los más emblemáticos del
suroccidente asturiano, siendo conocido desde antiguo por su carácter agreste,
por sus bosques, por ser uno de los últimos santuarios de la fauna autóctona,
refugio de caza, por sus lagos, valles y praderas y por el carácter excepcional
de sus costumbres y pobladores.
En junio de 1988 fue declarado por el gobierno asturiano
como primer Parque Natural del Principado, a propuesta inicialmente de un grupo
de expertos de la
Universidad de Oviedo y por la corporación municipal, siendo
apoyado en la práctica desde el principio por los propios habitantes de la
zona, lo que permitió un grado de consenso en el desarrollo y protección del
Parque Natural que garantizaron su éxito posterior.”
Debemos cruzar la sólida alambrada fronteriza,
bajar hasta el camino de La Mesa,
y seguirlo hacia abajo hasta la
Braña de La
Mesa.
“La Mesa sin duda llamada así por
alusión pues es una grande y tendida llanura entre dos altos. El vulgo dice que
allí comió Don Pelayo y juró no dejar moro a vida en Asturias. En ella está el
divisorio de Asturias y León, en el punto de las vertientes. Acá entra el
concejo de Somiedo.”
Llegamos al Camín
Real de La Mesa,
tramo del más amplio camino que desde Astorga, cruzando la Cordillera Cantábrica,
se adentraba en tierras asturianas hasta llegar a Pravia. La Braña de La Mesa, que da nombre al
camino, pertenece al pueblo somedano de Saliencia y está enclavada en las
laderas que bajan desde de Vega Busllaz hasta las orillas del río Los Arroxos,
está orientada de tal forma que recibe la luz del sol hasta los últimos
momentos de la tarde.
Atravesamos la Braña por el medio, sobre el
Camín Real, y somos capaces de distinguir sus cinco “barrios”, que de sur a
norte son: Las Argüetchas, a la izquierda por debajo del camino, El Xerru, en
lo alto y a la derecha. Las Saleras, pasada la riega que baja de Vega Busllaz,
abajo a la derecha. Ente La
Venta, eje de la braña, aquí está una antigua fuente abrevadero
y restos pétreos de una vieja capilla. La Tchomba el Práu, con un teito en mediano buen
estado y dos ruinas.
Al lado de la
fuente, encontramos un indicador que nos señala la ruta que debemos tomar para
llegar a nuestro destino: Saliencia.
Bajaremos por el prado hasta encontrar un sendero
bien marcado siempre por la margen derecha del rio Arroxos. Sólo un lugar puede dar lugar a equívoco
en nuestro itinerario. El camino, muy marcado, llega a una pequeña pradería
rodeada de escobas.
No debemos seguir adelante, pues el sendero baja al
principio de ésta, a la izquierda, a encontrarse con el río, introduciéndonos
en un desfiladero imponente donde los habitantes de Saliencia han creado un
camino de piedra acorde con el paisaje por el que discurre, con pliegues,
fallas y cascadas y donde es posible observar con cierta facilidad rebecos,
ciervos y buitres.
Es destacable también el bosque de robles y hayas que
se ha de atravesar antes
de llegar a la carretera que, siempre bajando, y en
apenas un kilómetro más nos situará
en el pueblo
de Saliencia.
Bibliografía:
Recorriendo
las montañas de Asturias: Lorenzo Sanchez. Ed. Zahorí
100
pequeños recorridos. Antonio Alba Moratilla. Ed. Prames
Rutas de
Montaña. Alberto Polledo. Asturias fusión
Descubrir Asturias Carmen
Piñán y Bernardo Canga
Diarios.
Gaspar M. De Jovellanos.
El Camín Real
de la Mesa. Guillermo
Mañana Vázquez.Cajastur
El mensaje del Valle Secreto. Alberto López Fernández Juan Eugenio Ramos López. Consejería
de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras del Principado
de Asturias. Obra Social “la
Caixa”.
Distancia aproximada: 20 km
Desnivel : +1.100m -1.200m
Duración aprox: 7:00 hrs
Cartografía: IGN 1:25.000 Hoja 77-I La Plaza y 77-III Torrestío
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