Nada menos que desde el Everest, el deportista ruso de 48 años Valery Rozov ha batido el récord de salto base, desde una altura de 7220 metros sobre el nivel del mar y “volando” durante casi un minuto a cerca de 200 kilómetros por hora.
Han pasado 60 años desde que Edmund Hillary y Tenzing Norgay escalasen, en 1953 la montaña más alta del mundo, con 8848 metros de altura. Dos años desde que el ruso Valery Rozov empezara a preparar este salto y a desarrollar el traje en forma de ala que el pasado 5 de mayo le llevaría a inscribir su nombre en la historia de este deporte.
Acompañado de un equipo de cuatro ‘sherpas’, fotógrafos y otro personal de rodaje, Rozov
ascendió hasta una altura de 7220 metros sobre el nivel del mar y hacia
las 2.30 de la tarde, hora local, con una temperatura de -18 grados
centígrados, se lanzó al vacío desde la cara norte de la montaña. El
deportista surcó el cielo durante casi un minuto a velocidades que rondaron los 200 km/h antes de aterrizar sano y salvo en el glaciar Rongbuk, a 5950 metros de altitud.
En unas emocionantes declaraciones decía lo siguiente: “Solo cuando volví a casa me di cuenta de lo dura que ha sido para mí esta misión, tanto física como psicológicamente […]Cuando
he visto los vídeos de la expedición me he dado cuenta de que tardé más
de la cuenta en pasar de la fase de caída a la de vuelo“.
El deportista, patrocinado por Red Bull, a sus 48 años ya acumula mas de 9000 saltos en su haber
desde que empezara a practicar este deporte en 1993. Entre otros
galardones, es bicampeón del mundo (1999 y 2003), campeón de Europa
(2002) y campeón de Skysuf de los X-Games de 1998. Toda una leyenda de
la caída libre y el salto base que pasará a la historia.
BlogOcio
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