7:45 : Se pasa lista: Estamos casi todos.Últimas recomendaciones y normas del Parque.
8:00 A.M. ¡¡Salida!!. Como es habitual en estos casos, la gente corre como alma que lleva el diablo, pero yo llevo una planificación que no me pienso saltar: La primera parte sin prisa pero sin pausa. Reservando, sin perder demasiado tiempo, hasta Covadonga.
A medida que amanece, ya vemos el cielo con alguna nube, pero sin amenazar, de manera inminente, agua.
Pasamos pistas, caminos, y ascendemos a la Cruz de Priena. ¡Muy bien! 42 minutos. A seguir así. Cresteo hacia los Lagos. El camino se anda bien. Está semana limpiaron la maleza y el correr se hace cómodo.
En 1:25 llegamos al avituallamiento de la famosa huesera. Bebo, como algo y reanudo la marcha. De momento todo bien. Pista muy empinada que se convierte en camino muy pendiente. Pradería y de nuevo pista. Lástima no tener cámara de fotos en ese momento para fotografiar la Vega de Comella. La luz se escapa entre las nubes e ilumina a trazos la vega. Corro hacia abajo cuando un dolor punzante me hace reducir la marcha hasta tener que parar. Me acaba de entrar el flato.
Al final de Comeya comienza la subida hacia Buferrera. Se hace muy bien y en poco tiempo estoy en el aparcamiento. Con la parada por el flato, mis compañeros se adelantaron. Ahora corro solo.
Bordeo el Enol, la vega y empiezo a ascender la Porra. Durilla la subida cuando vas en carrera. Me encuentro bien. El helicópreo de la Guardia Civil, vigila desde el aire. Alivia pensar que están ahí.
Una vez en la cima, comienza una parte delicada. Hay qie bajar a Covadonga: Casi 9 Kmts. Y lo más difícil es que hay que contenerse, ir despacio. Hay que llegar bien a Covadonga, con los músculos y las fuerzas casi intactas. Así primero detrás de algún corredor, luego tras de otros, y al final solo, llego a Orandi. Ahora 1 kmt de bajada bastante técnica, dificil y exigente, y llego a Covadonga.
Aquí me espera mi mujer, dándome ánimos, sacando fotos -a las cinco de la mañana se levantó para acompañarme...-
Parece que el primer objetivo está cumplido. Estoy en Covadonga, sano y fuerte, y sin perder excesivas posiciones. Segunda parte del plan: Darlo todo. Conozco el camino de los entrenamientos y sé que salvo determinados tramos no es complicado aunque sí muy pendiente. Me pongo en marcha y ya en las primeras rampas empiezo a encontrarme a gente. Yo a lo mío voy a mi ritmo ágil. Según avanzo kilómetros veo más caras de cansancio. Avituallamiento y tramo largo por pista de tierra y hormigón: No me gusta nada.
Ya se ven las antenas de Següenco pero la ruta no es directa. Desde la pista tomamos
Avirtuallamiento y comienza la última subida. Por pista corono Següenco, incluso corriendo a tramos. Me encuentro realmente bien. Cansado pero bien. A partir de las antenas, sólo queda bajar. 6 ó 7 kilómetros de bajada horrible, por pista polvorienta, con calor. Aún adelanto a algún corredor con problemas, y abajo, abajo, abajo, sin pensar. En el kmt 40 me adelanta un corredor y ya en Cangas otro. No importa, ya llego. Me encuentro muy cansado de la dichosa pista pero muy contento, con la satisfacción de haber disfrutado y no haberlo pasado mal en ningún momento -salvo en Comeya-. Voy a esperar por los amigos, ducharnos, y pasarnos por la piedra una potente espicha.
¿Y ahora que se acabaron las carreras ? Bueno aún no. En 15 días la Media de la Sidra, el 2 de Noviembre otra carrera de montaña, muy corta pero muy bonita: Coto-Musel, en Laviana.
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