28 feb 2013

Breve Bibloteca Viajera:El cielo protector.

 


 El cielo protector.
 Paul Bowles
 Después de la Segunda Guerra Mundial, un joven y refinado  matrimonio de Nueva York, Port y Kit Moresby, viaja al desierto norteafricano acompañado de su amigo Tunner. Bajo el impresionante paisaje que los rodea se esconden los peligros de una cultura que les es completamente ajena y un entorno natural hostil. Poco a poco, el vacío y la crueldad del lugar los conducen hasta los límites de la razón. El cielo protector es la obra más aclamada de Paul Bowles y una de las cumbres de la literatura americana del siglo XX. Traducida íntegramente de nuevo, la novela incluye hoy el prólogo escrito por Bowles para la última edición americana que preparó en vida. Tennessee Williams, en una elogiosa crítica escrita para The New York Times Book Review en 1949, dijo de la obra: «En su aspecto externo, la novela es la narración de una asombrosa aventura. En su aspecto interno, El cielo protector es una alegoría de la aventura espiritual del hombre plenamente consciente en la vida moderna.»
 http://www.lecturalia.com

26 feb 2013

Historia de la familia rusa que vivió 40 años desconectada del resto del mundo


En Smithsonian Magazine Mike Dash ha publicado un increíble artículo de esos de leer con calma: la historia de una familia rusa que vivió 40 años completamente desconectada de los acontecimientos que sucedían en el resto del mundo y de los avances tecnológicos. Al parecer en 1936 huyeron por motivios medio políticos medio religiosos buscando aislarse de la humanidad. Encontraron refugio en una montaña a 250 kilómetros de cualquier otro signo de civilización y nunca jamás tuvieron contacto con nadie.
La familia Lykkov vivió en permanente hambruna cada uno de los años desde su llegada. Allí en ese voluntario aislamiento nacieron dos hijos más, que nunca habían conocido a ningún ser humano que no fuera de su familia. Sabían de la existencia de ciudades, objetos y de otra gente a través de las lecturas de la Biblia.

Pasaron allí 40 años antes de que se estableciera con ellos un «primer contacto». Incluso los objetos de más baja tecnología quedaron destruidos por el implacable paso del tiempo: las cafeteras y ollas se oxidaron, una máquina de coser se estropeó sin remisión y su ropa se deshilachó al cabo de los años. Todo fue reemplazado por soluciones naturales: un suelo aislante hecho con mondas de patatas, herramientas e instrumentos de madera e incluso alguna rudimentaria arma.

Los hijos aprendieron a cazar en el bosque, obteniendo al estilo espartano algo de carne - pero no resultaba fácil cocinar sin fuego. Los cultivos de su huerto fueron mermando: un año debido a las plagas y el frío tan solo quedó una semilla, de la que milagrosamente pudieron hacer brotar un par de docenas más, con las que cultivaron a la temporada siguiente. Los hijos no habían probado jamás el pan.
Cuando unos geólogos los encontraron casualmente desde un helicóptero en 1978 comprobaron que su lenguaje se había deteriorado notablemente por la falta de práctica. Aceptaron algunos objetos y se mostraron curiosos con las historias que les contaron. No podían creer que la humanidad hubiera llegado a la Luna, pero el padre entendió el concepto de los satélites artificiales - que de hecho veía brillar algunas noches «como estrellas que se mueven más rápido que las otras».

Finalmente la familia acepto quedarse con algunos utensilios: tenedores, cuchillos e incluso una linterna. Los geólogos también les dieron algunas nuevas semillas para que pudieran plantar en su huerta. Devoraron la sal que se les ofreció, que después de 40 años de abstinencia todavía recordaban como algo precioso. Pero lo que más les apasionó, lo que miraban embobados durante largos ratos cada vez que se acercaban al campamento era una pequeña caja: una televisión.
Los Lykkov habán vivido más de 40 años totalmente desconectados del mundo exterior, inconscientes de los avances de la tecnología o de las historias del resto de los seres humanos. Entre otras cosas, no tenían ni idea de que al poco de partir había sucedió algo llamado... La Segunda Guerra Mundial.
Hay muchos más detalles en la historia completa:  
For 40 Years, This Russian Family Was Cut Off From All Human Contact, Unaware of World War II.
Visto en Microsiervos

24 feb 2013

https://mail-attachment.googleusercontent.com/attachment/u/0/?ui=2&ik=d202b9b364&view=att&th=13d014bc45909a27&attid=0.1&disp=inline&realattid=f_hdh5inom0&safe=1&zw&saduie=AG9B_P8umDa3a3uZ2NDyFoUPY9RF&sadet=1361526665503&sads=HCR22CWTx4W3Ge_hv6szx4C2TpQ&sadssc=1

El próximo domingo 10 de Marzo de 2013 la más decana de las pruebas de esquí de montaña de Asturias celebra el cuarto de siglo con la XXV Alta Ruta Texu, organizada como cada año por nuestro grupo de montaña, el G.M Texu (S.M.R.A.).

Como no podía ser de otro modo, la marcha tendrá lugar en las inmediaciones del Puertu de Tarna. El recorrido, aún por decidir por la organización, variará en función de la calidad y la cantidad de la nieve de la fecha establecida. En este sentido, os agradeceríamos que no nos bombardeáseis con preguntas sobre el itinerario ya que siempre tiene lugar por el mismo entorno y sólo varía en función de la nieve y la climatología de la jornada. Así que respecto a este punto, no tenemos nada más que concretar por el momento.

Al finalizar la marcha, tendremos la clásica comida de confraternización en el Parador de Tarna. No habrá plaza para comer para quien no esté apuntado previamente y por los cauces establecidos.

Como siempre, será de carácter NO COMPETITIVO, ya que es un día para disfrutar del esquí de montaña con los amigos y en un marco incomparable. Las plazas son LIMITADAS y se tendrá en cuenta tan sólo el orden de inscripción. Llegado el caso, habrá lista de reservas.

Recordar que para apuntarse es indispensable enviarnos un correo eletrónico a correo@gmtexu.com, indicando nombre completo y localidad donde debe parar el bus. Cada correo será contestado para confirmar la plaza.


Como siempre, dispondremos de un autobús para la zona del valle del Nalón y con salida en Riañu (Langreo) que parará en cada localidad en la que sea necesario recoger a alguien. La salida de dicha parada será a las 07:30 horas de la mañana. Los que suban por cuenta propia en coche, pueden estar por el parador del Puertu a partir de las 9:30 horas.

Las paradas establecidas son las de siempre: Riañu (glorieta de les vaques); La Felguera (estación de autobuses); Sama (plaza La Salve); Ciañu (plaza de la Iglesia); L'Entregu (parada de Cienfuegos); Sotrondio (parada del Casino, antiguo Elviro); Blimea (parada del Alimerka); Pola Llaviana (parada del CIDAN).

El precio de la Alta Ruta será de25€ para los SOCIOSdel GM Texu y de 28€ para los NO SOCIOS. Es OBLIGATORIO e INDISPENSABLE llevar el importe exacto a pagar, ya que el cobrador NO tendrá disponible cambio alguno. El abono se realizará durante la comida.

+ Info: www.gmtexu.com

21 feb 2013

Peña Chana

Desde Torre de Babia.

Al fin este domingo el tiempo dió una pequeña tregua para poder salir al monte. Aunque el día era típico invernal, con frío, niebla y poca visibilidad, sobre todo en las alturas, hicimos algo de deporte, que siempre está bien.

Salimos del mencionado pueblo por una pista que pronto abandonaríamos para empezar a subir y que en unas dos horas nos acercaría hasta las lagunas.El estado de la nieve persuadió a algunos a dar la vuelta, pero el grueso de la ecursión coronó con éxito la cumbre.

El descenso se hizo dando la vuelta a la Peña Chana y regresando a Torre de Babia.


La ruta en el Wiki:

19 feb 2013

Breve Bibloteca Viajera:Hijos del Monzón





Hijos del Monzón.
 David Jiménez
Del corresponsal de El Mundo en Asia, David Jiménez. Un libro con diez historias de niños con nombres y apellidos. Historias extremandamente duras, complejas, desgarradoras y llenas de dolor. Niños con infancias robadas  que nos llevan a algunos entornos de un continente asiático que emerge como nuevo centro económico mundial. Pero como bien nos dice el libro "Hijos del monzón es la historia de quienes no han logrado subirse al tren de las oportunidades y que han sido a menudo aplastados por un modelo de sociedad que les ha hurtado la voz”.
http://blogs.elpais.com/paco-nadal
http://davidjimenezblog.com/

13 feb 2013

Y otro más… Amiigo es uno de esos grabadores de datos de entrenamiento/actividad como Fitbit, la Fuelband de Nike o el (futuro) Misfit Shine. Registra los movimientos, pasos, calorías, blah blah blah para poder cuantificarlos a diario con el objetivo de llevar una vida más sana. Pero esta estilosa pulsera incorpora tres diferencias que la hacen especialmente interesante respecto a los gadgets del mismo tipo que ya existen:
  • Lleva un sensor infrarrojo que mide la saturación de oxígeno en sangre y también el pulso.
  • Los algoritmos de detección de movimientos que incorpora permiten medir cien tipos diferentes de ejercicios, para poder ajustar mejor el conteo de calorías gastadas…
  • … incluyendo el ejercicio en bicicleta. Esta es una de las peticiones que más a menudo se oyen por parte de los usuarios: que al no tener GPS, muchos de estos chismes no sirven para ejercicios como moverse en bici –el más habitual– u otros como por ejemplo remar.
De momento el Amiigo ya ha superado la fase de financiación de Indiegogo, y han anunciado que su precio será de 120 dólares (unos 100 euros). Solo falta por ver si realmente puede pasar la fase de producción y que funcione como prometen.
Hasta ahora llevar un FitBit o una Fuelband parecía el futuro, pero se diría que van a quedar obsoletos en cuestión de unos pocos meses con todo lo que está viniendo en gadgets de este tipo.
(Vía Popular Science.)
Microsiervos

12 feb 2013

Breve Biblioteca Viajera: WALDEN, o la vida en los bosques



Inicio hoy una sección que voy a denominar Breve Biblioteca Viajera.
Con temática variada sobre y para viajar. Para llevar en la mochila. Sobre paises lejanos y sobre personas diferentes.
Los comentarios no serán míos, sino de personas con más capacidad de síntesis literaria.Eso sí, todos leidos por mi.



WALDEN, o la vida en los bosques:
Henry David Thoreau
Quizá sería oportuno apuntar, antes que nada, que nos encontramos, a todas luces, frente a una obra realmente excepcional, única en la historia de la literatura e inimitable; y todo ello, no tanto por su condición de clásico indiscutible de las letras americanas ni por su excelente calidad, aunque estos aspectos, naturalmente, también contribuyan a su singularidad, sino, sobre todo, por las extraordinarias circunstancias en que fue gestada. En efecto, si algo caracterizó a H.D. Thoreau, diferenciándolo de la mayoría de los escritores, fue el absoluto compromiso que mostró tener con su obra y con su pensamiento, su autenticidad y firmeza moral y su inusual don para convertir en literatura las pequeñas anécdotas que conforman una vida. En el exhaustivo y estimable prólogo de la edición de Cátedra, los editores recuerdan unos versos extraídos de su obra poética que rezan: «Mi vida ha sido el poema que habría escrito, / pero no podía vivirlo y pronunciarlo»; Thoreau vivió con una intensidad difícil de imaginar, y sabiendo que la vida era en verdad el único poema posible, se volcó hacia ella con todo el brío que encontró en su espíritu. Quizá no pudo nunca llegar pronunciarlo, no lo dudo, pero las pocas palabras que nos dejó de él (o no tan pocas) reflejan la intensidad de un arte que palpita en el límite de la vida.
Pero, ¿quién fue Henry David Thoreau? Es curioso el hecho de que este eminente autor estadunidense haya pasado tan desapercibido en Europa. Probablemente se le conozca más, por otro lado, por anticipar la resistencia pacífica de Gandhi (que elogió efusivamente al intelectual americano) y por su célebre ensayo La desobediencia civil, que no por el libro que ahora nos ocupa. En cualquier caso, tampoco nos interesa aquí recorrer demasiado detenidamente los pormenores de su vida (para ello, remitimos al prólogo ya citado), aunque sí consideramos pertinente señalar algunos de sus aspectos más destacados.

Nacido en 1817 y fallecido en 1862 en Concord, Massachusetts, en el seno de una familia protestante de origen francés, Thoreau recibió desde pequeño una sólida formación humanística. Recordado por sus conocidos y amigos como frío y aparentemente impasible, nuestro autor fue sin embargo un hombre con una evidente capacidad de maravillarse por la belleza del mundo. Así, Thoreau creció leyendo vorazmente todo cuanto caía en sus manos, sin perder por ello, no obstante, el contacto con la tierra y con la naturaleza. Ejerció humildemente, a lo largo de los años, numerosos oficios, que él mismo recuerda así: «He sido maestro de escuela, tutor privado, agrimensor, jardinero, granjero, pintor (de casas), carpintero, albañil, jornalero, lapicero, fabricante de papel de lija, escritor y, a veces, poetastro». Intentó dedicar su vida a la enseñanza, abriendo, en 1838, una pequeña escuela en el hogar paterno y encargándose más tarde, junto a su hermano John, de la Academia de Concord; sin embargo, la desafortunada muerte de su hermano truncó pronto sus empeños pedagógicos, provocándole además fuertes depresiones y ataques psicosomáticos. Desde muy joven se consagró Thoreau al oficio literario, y si bien empezó a publicar a los 23 años, ya había dado con anterioridad algunas conferencias de carácter filosófico que todavía hoy se conservan. Una tendencia natural hacia lo místico lo acercó al movimiento trascendentalista americano, y en especial a Ralph Waldo Emerson, quien se convertiría en su amigo y mentor. Hombre de fuertes convicciones morales y con un firme sentido de la justicia, se opuso categóricamente a la esclavitud, llegando a negarse, a modo de protesta, a pagar impuestos al Estado (lo que, afortunadamente, no conllevó peores consecuencias que algunos días de cárcel). Su oposición al Estado, recogida en el volumen intitulado La desobediencia civil, ha llevado a algunos a definirlo como un intelectual anarquista, si bien tal afirmación no parece adecuarse demasiado a sus principios y resulta, en definitiva, una evidente simplificación de las convicciones del literato. En todo caso, sí hay que reconocerle a Thoreau, dejando de lado su incuestionable papel en la consolidación de la literatura americana, el mérito de encauzar y consagrar su vida y su obra a los ideales humanos que hoy conforman el pensamiento occidental.
Sabedor de los males y vicios de su tiempo, y de la usual insustancialidad de la sociedad humana, Thoreau ideó un proyecto sumamente original, único cuanto menos en la historia de la literatura. Convencido de lo superfluo de los bienes y lujos de los que el hombre occidental depiende, decidió construir con sus propias manos, en un terreno que Emerson le cedió junto al lago Walden, una pequeña cabaña, a la que se trasladó en julio de 1845 para vivir en ella durante prácticamente dos años, manteniéndose tan al margen como le fuera posible de la vida social. Su intención era mostrar que aquello que usualmente se considera indispensable para la vida no lo es en verdad tanto como podría esperarse, y que el hombre puede vivir sin necesidad de ceñirse a las cadenas sociales. Fruto de sus esfuerzos nació el libro que hoy comentamos.
Walden es el acopio de notas que Thoreau fue tomando durante el lapso de su permanencia en el bosque. Dichos apuntes tratan los temas más diversos, que van desde cuestiones puramente prácticas, relacionadas con los aspectos económicos del experimento, hasta reflexiones y pensamientos de la más refinada poesía. Poco a poco, el libro va tomando un cariz más marcadamente lírico, a través del cual el autor evocará sus vivencias, sus lecturas, sus experiencias con sus vecinos o con la naturaleza, y numerosas anécdotas llenas de vida y de color, que no dejarán de asombrar al lector que decida acercarse a la fascinante figura de Thoreau.
Inconexas a veces en la forma, si bien no en el contenido (como la vida misma), las páginas que componen Walden resultan ciertamente inspiradoras y reveladoras, en la medida en que nos muestran el anhelo de un hombre que no solo predicó con fervor ideales de justicia y de belleza, sino que supo vivir según los principios que predicaba, y hacerlo además bellamente, como quien recibe una bendición. Personaje de exquisita cultura y sorprendente sensibilidad, supo asimismo añadir a cada página la pasión del hombre que sabe que posee la llave de la vida. He dicho ya que Walden es una obra excepcional: excepcional en su sinceridad, en su pureza, en su fuerza. Si han leído a Thoreau, sabrán ya, sin duda, todo esto. Si no lo han leído todavía, léanlo, conozcan a Thoreau, y se sorprenderán de descubrir el caso de un hombre fuera de lo común que supo poner tanto de poesía en la vida como vida ponía en la literatura.

http://webs.uvigo.es/consumoetico/textos/walden.pdf
 http://unlibroabierto.wordpress.com/2010/04/12/walden-henry-david-thoreau/

5 feb 2013

10 impresionantes escaleras no aptas para gente con vértigo

 




Para muchos, las escaleras son algo a evitar, a no ser que estemos decididos a perder algo de peso. Pero los amantes de la naturaleza y las vistas espectaculares están más que acostumbrados a subir peldaños y más peldaños para recrear la vista.
Esta lista de escaleras supone además un reto para todos aquellos con un poco de vértigo. Creadas aprovechando los recovecos de montañas y accidentes geográficos, y en ocasiones directamente en el propio terreno a recorrer, serán protagonistas de maldiciones y anécdotas por igual.
¿Y dónde van? Pues como decían en ‘Cazafantasmas’ van… ¡hacia arriba!


ESTAS SON:


Los escalones de la cascada
Dónde están: El Bosque Negro, Wurzburg, Alemania
¿Dónde van? Casi salidas de un cuento de Hans Christian Andersen, tenebrosas y magníficas, estas escaleras se dirigen a una cascada y otorgan una vista que hace que sean fotografiadas por miles de turistas todos los años.


Peldaños del Cañón
Dónde están: Pailon del Diablo, Ecuador
¿Dónde van? Pensadas para descender hasta el fondo de una de las cascadas más famosas de Sudamérica, el camino, sumido en la niebla en muchas ocasiones, es sumamente resbaladizo y empinado durante varias decenas de metros, hasta un mirador donde se puede comprobar un efecto espectacular, acompañado de colibríes, gaviotas y otras aves locales.


El pozo de Chand Baori
Dónde están: India
¿Dónde van? El descenso de estos peldaños nos lleva hasta un enorme pozo, construido en el siglo X para paliar la falta de lluvias en la región y acumular agua para largas temporadas. La estructura tiene un total de 3.500 escalones y bajan hasta una profundidad de 30 metros. Que hay que subir después con el agua, claro.


Escaleras de las montañas de Elbe Sandstone
Dónde están: Dresde, Alemania
¿Dónde van? Unas escaleras talladas en la propia piedra de estas montañas. Datan del siglo 13 y han sido erosionadas por el viento y el agua, pero ahí siguen, siendo utilizadas a diario por las turistas. 487 escalones que, aunque no lo parezca, fueron restaurados y ampliados en el siglo XVIII para facilitar su tránsito.


El Peñón de Guatapé
Dónde están: Antioquia, Colombia
¿Dónde van? El peñón es un auténtico monolito de piedra de 220 metros de altura. Los escalones están construidos con cemento, directamente sobre la roca y aprovechando una curiosa hendidura que facilitaba situar la estructura. Unos 702 escalones son los que hay que recorrer para llegar a su cima.


La escalera Haiku
Dónde están: Oahu, Hawai
Material: metal
¿Dónde van? En la pequeña isla de Oahu existe este tremendo recorrido de 3.922 escalones, que suben, cruzan y bajan por una colina de 850 metros. Fueron creadas para facilitar la instalación de una antena en 1942. En principio de madera, se modernizaron en los 50, pero desde 1987 están cerradas al público.


El Camino Inca
Dónde están: Perú
¿Dónde van? Un antiguo camino comercial que unía Cuzco con la ciudad de Machu Pichu. Por la accidentada geografía de la zona, el camino inca obligaba a dar rodeos y vueltas para evolucionar entre montes y montañas. El resultado: kilómetros y kilómetros de escalones, en algunos casos de gran precariedad, como las famosas escaleras flotantes.


Escalera Vía Crucis
Dónde están: Bermeo, País Vasco, España
¿Dónde van? Esta interminable hilera de escaleras une con la costa el peñón donde se encuentra una pequeña iglesia datada en el siglo X y que parece ser de origen templario.
Para llegar a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe hay que subir 231 peldaños y existen huecos en los escalones que son identificados como las huellas del propio San Juan, a los que se les otorga diferentes poderes curativos. Por ejemplo, hay que meter los pies en ellos como solución para los callos o se dejan sombreros, pañuelos o chapelas, para curar el dolor de cabeza.


Escalera de caracol en las montañas de Taihang
Dónde están: En la demarcación entre las provincias de Shanxi y Henan, en China
¿Dónde van? Esta escalera de caracol de casi 100 metros de altura se han instalado recientemente con la intención de atraer a miles de turistas al año a las bellas montañas de Taihang.
Antes de acometer la ascensión se pide a los visitantes que firmen formularios que aseguren que no tienen problemas del corazón o de pulmones; y que son menores de 60 años. Y es que un resbalón en una escalera metálica tan estrecha sin duda te puede llevar al cielo, como dice la canción de los Led Zeppelin.


Wayna Pichu
Dónde están: Machu Pichu, Perú
¿Dónde van? Unas escaleras talladas en la roca que coronan un ascenso de unos 360 metros desde el propio Machu Pichu. En algunos tramos, el ascenso se complica al pasar por tramos angostos y con escalones pequeños y erosionados. El tiempo calculado de ascenso está entre una hora y 90 minutos. Se dice pronto: ¡90 minutos subiendo escaleras! Tan solo se permite el ascenso a 400 turistas al día y se cierra el acceso a partir de la 1 de la tarde. Por si acaso.

Enviado por "Don Carlos"

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