26 abr 2010

VII Subida al Pienzu: La Crónica

 Son las 7:45 y "orbaya" en la carretera que nos lleva a Arriondas. No es que importe mucho pero la diferencia entre correr entre barro o por senderos secos es sustancial. Afortunadamente la lluvia cesa aunque el cielo plomizo sigue. Ya en Arriondas no vemos el objetivo de hoy: El Picu Pienzu. La niebla lo cubre.
Aparcamos el coche en el polideportivo y ya empezamos a encontrarnos a conocidos: Aunque creo que cada vez acude más gente a este tipo de carreras, existe una especie de "núcleo duro" que asiste a casi todos los eventos.

 Saludos, chismes y novedades sobre cambios en futuras carreras y nos ponemos a calentar.
Este año la participación roza el tumulto: Casi 160 participantes, alguno de última hora, estamos apuntados para estos 21000 metros hasta el Picu Pienzu, primera prueba de la Copa de Asturias de Carreras por Montaña.
Nos preparamos para la salida. Siempre paso ganas de situarme en la primera fila en esa posición de medio agachado, con la mano izquierda sobre el reloj, la mirada concentrada y el ánimo tenso, esperando el disparo de salida... Pero normalmente me sitúo en un discreto segundo plano echando unas risas con la "calderilla" de la carrera.

¡¡PUM!! Salida !!. A correr !!. El primer kilómetro y medio es sobre asfalto y me sirve para calentar las patucas. Tengo que contenerme para no ir demasiado deprisa, pica algo hacia arriba y es mejor ser precavido. Sé que mi "mejor" terreno es la subida. Enseguida nos metemos en un camino que menos mal, tiene poco barro. Hay mucha gente y los corredores aún no estamos agrupados por ritmos lo que obliga a ir adelantando con el consiguiente desgaste. Según avanza la prueba, no vamos juntando según nuestras posibilidades y la turba se va diluyendo.
Esta primera parte, hasta Cofiño es más tendida aunque tiene los dos tramos más técnicos, donde hay que tener cuidado con la caliza cortante.
En Cofiño tenemos el primer avituallamiento: Isotónica, agua, frutos secos, plátanos, chocolate... Buen ambiente de gente animando. Llevo al lado a Paco Llamedo y a Eva Braña, siempre buenísima referencia por su correr lineal, sin tirones y a ritmo muy constante.Dejamos el pueblo con la idea de lo que nos queda por correr en la cabeza. Tras unas subidas cómodas entramos en una garganta estrecha, muy húmeda que nos llevará al Bustacu, donde hay otro avituallamiento y más público. Si no hubiese niebla, veríamos la gran cruz de corona el pico.
Ahora empieza lo más duro de la carrera: Una empinada rampa primero y prados de pasto después nos acercan al collado Beluenzu, donde nos tenemos que armar de paciencia para el último asalto al Pienzu. Poco a poco vamos progresando a la vez que saludamos a todos los que ya bajan:. Santi, Jorge Rivero, Quintana, Mariano, Toño... Hace un buen rato que nos cruzamos con Martín -posterior ganador-, con Santi Obaya y con pila de conocidos, en mejor forma que nosotros.
Llegamos a la cruz, nos anotan el número y como locos hacia abajo. Ahora nos cruzamos nosotros con los que suben, con caras de esfuerzo y ganas de coronar. A Eva sólo le quedan unos metros y Paco está más abajo, con la cara algo congestionada.
Según bajo me encuentro con Alwerto, Valentín, Covadonga, la "otra" Eva...
La bajada, es para mí, otra carrera. Me siento más cómodo subiendo, donde tengo bien controlados los esfuerzos, pulsaciones y sé hasta dónde puedo llegar sin sufrir demasiado. Pero la bajada es otra cosa: falta de confianza y experiencia hace que no esté cómodo bajando. Me ayuda mucho llevar una "liebre" delante, pero hoy en estas primeras bajadas durísimas Juanchi se me escapó y no lo pillaré hasta después de Cofiño.
Sin prisa pero sin pausa, evitando riesgos, bajo, no tomo nada en el avituallamiento del Bustacu y según se va haciendo el terreno menos pendiente, me siento mejor.
En Cofiño está Sergio haciendo fotos y veo algo más adelante a Juanchi. Yo voy bien y el no tiene el día: Lo justo para equipararnos. Le alcanzo y continúamos juntos hasta abajo, yo siempre detrás tomando notas sobre técnica de bajada. Por fin llegamos a la carretera. a la temida carretera. Para mi sorpresa me encuentro cómodo. Quizás las zapatillas Trabuco que llevo, o las incontables series de los entrenamientos, hacen que "vuele" por la carretera. dejo al amigo Juanchi, y adelanto a otros tres participantes antes de llegar a Arriondas. Ya en el puebo, callejear un rato, cruzar el Sella y meta.

Como resumen diré que me encontré siempre muy  a gusto, dentro de mis posibilidades y con la satisfacción de saber que las horas de entrenamiento dan fruto, tanto por las marcas -cosa que me trae sin cuidado, a no ser como referencia de mejoras- , como por el estado en el que acabo las carreras.


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Fotos de Pachu allá 
Clasificaciones ahí

Video filmado y editado por "Janibuni" en su página CorrerAsturias:

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