Más de 300 corredores participarán mañana en el XIII Maratón Alpino Madrileño, considerado uno de los más duros del mundo por sus organizadores, el club Tierra Trágame.
A pesar de la dureza de la prueba, tan sólo dos días y medio fueron suficientes para que las inscripciones quedaran cerradas después de abrirse al público el pasado 1 de junio para 300 corredores. Un día después se amplió el cupo con una treintena de plazas más pero todas quedaron cubiertas esa misma noche.
Los corredores tendrán que enfrentarse a una prueba de 44 kilómetros, con un desnivel acumulado de más de 5.300 metros propio del terreno montañoso, con una altitud de cerca de la mitad del recorrido por encima de los 2.000 metros, con las inclemencias del tiempo en montaña y el cansancio muscular de las constantes subidas y bajadas del recorrido.
La carrera se disputará por la zona central de la sierra de Guadarrama, entre Madrid y Segovia, pasando por las cumbres más emblemáticas, como Bola del Mundo (Alto de Guarramillas), Peñalara y Cabezas de Hierro.
Este año el maratón cambiará parte de su recorrido: la salida y meta ahora tendrán lugar en el polideportivo municipal de Cercedilla y se sumará la recuperación de la ascensión a Cabezas de Hierro (2.376 metros). Los corredores tendrán que pasar de los 1.800 metros a casi 2.400 en apenas 1,5 kilómetros, con desniveles superiores al 30 por ciento. La ascensión, que en un principio estaba prevista por los llamados Tubos de Cabezas, será finalmente por el valle contiguo del Circo de las Cerradillas, debido a que el paso por terrenos privados exigía un canon imposible de pagar por la organización, explicaron.
Paralelamente al maratón, la organización llevará a cabo el VIII Cross Alpino del Telégrafo, una carrera de 17 Kilómetros y 1.600 metros de desnivel, que asciende desde Cercedilla hasta el Alto del Telégrafo, en el Puerto de Navacerrada. Se trata de una carrera más accesible a cualquier corredor y que además pertenece a la Copa de Madrid de Carreras por Montaña de la FMM.
Fuente
A pesar de la dureza de la prueba, tan sólo dos días y medio fueron suficientes para que las inscripciones quedaran cerradas después de abrirse al público el pasado 1 de junio para 300 corredores. Un día después se amplió el cupo con una treintena de plazas más pero todas quedaron cubiertas esa misma noche.
Los corredores tendrán que enfrentarse a una prueba de 44 kilómetros, con un desnivel acumulado de más de 5.300 metros propio del terreno montañoso, con una altitud de cerca de la mitad del recorrido por encima de los 2.000 metros, con las inclemencias del tiempo en montaña y el cansancio muscular de las constantes subidas y bajadas del recorrido.
La carrera se disputará por la zona central de la sierra de Guadarrama, entre Madrid y Segovia, pasando por las cumbres más emblemáticas, como Bola del Mundo (Alto de Guarramillas), Peñalara y Cabezas de Hierro.
Este año el maratón cambiará parte de su recorrido: la salida y meta ahora tendrán lugar en el polideportivo municipal de Cercedilla y se sumará la recuperación de la ascensión a Cabezas de Hierro (2.376 metros). Los corredores tendrán que pasar de los 1.800 metros a casi 2.400 en apenas 1,5 kilómetros, con desniveles superiores al 30 por ciento. La ascensión, que en un principio estaba prevista por los llamados Tubos de Cabezas, será finalmente por el valle contiguo del Circo de las Cerradillas, debido a que el paso por terrenos privados exigía un canon imposible de pagar por la organización, explicaron.
Paralelamente al maratón, la organización llevará a cabo el VIII Cross Alpino del Telégrafo, una carrera de 17 Kilómetros y 1.600 metros de desnivel, que asciende desde Cercedilla hasta el Alto del Telégrafo, en el Puerto de Navacerrada. Se trata de una carrera más accesible a cualquier corredor y que además pertenece a la Copa de Madrid de Carreras por Montaña de la FMM.
Fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario