Voy a resumir esta semana en dos capítulos, hoy y mañana, para no hacerlo demasiado largo. La primera parte de domingo a miércoles y la segunda de jueves a domingo.
Domingo 19:
La tarde anterior habíamos llegado en bus hasta los Llanos de Valdeón donde pernoctamos en el albergue. Noche apacible, con las ansias lógicas de comenzar la tan esperada "Semana".
Salimos de los Llanos a eso de las 9:00 de la mañana por la carretera en dirección a Sta. Marina de Valdeón, con la intención de ir subiendo por la parte más herbosa de la canal. Poco a poco los prados se convierten en roca y ésta en piedras sueltas que nos indican que ya estamos a una altura importante de la canal de la Chavida. Con algo de esfuerzo, cruzamos el pedrero y subimos por camino más o menos marcado hasta la collada de la Chavida.
Reagrupamos y nos disponemos a subir a la cumbre de hoy: El Friero. La ascensión no es en modo alguno dificultosa. Hay que seguir un itinerario entre llambrias y senderillo marcado hasta un momento en que cambiamos de vertiente, mirando hacia el valle de Valdeón y el macizo occidental. Aquí nos encontramos con un paso muy estrecho y aéreo que se supera sin dificultad. Sólo nos queda una sucesión de trepadas para llegar a la cumbre. Aquí fotos del bonito paisaje y descenso por la mismas llambrias, eso sí, con cuidado, para no arrojar piedras a los compañeros.
Ahora "sólo" nos queda una caminata hasta la vega de Liordes para tomar el camino que, por la Colladinas, nos lleva al refugio de Collado Jermoso.
Este lugar es, para mi gusto, uno de los más bonitos de Picos. Para contemplarlo en toda su grandeza, hay que subir por el camino de la Palanca o el Llambrión, y contemplarlo desde las alturas.
La cena, más que aceptable, nos lleva pronto al saco. Mañana nos espera un día duro.
Lunes 20:
Nos levantamos a las 7:00 y desayunamos. El Llambrión nos espera. Vamos pertrechados de crampones ante la posibilidad de nieve dura en el comienzo de la ascensión. No hace falta. La abundante nieve es blanda y se hace buena huella. Tras unos metros de travesía en nieve, nos encaramamos a la roca y comenzamos propiamente la subida al pico. Ésta trascurre por una sucesión de llambrias y trepadas poco complicadas
con un patio espectacular,
que sin embargo, se resuelve fácilmente.
Una vez superado, juntamos el grupo y continuamos hasta la cumbre.
Muchísimo frio y viento. Fotos de rigor, unos aperitivos, y emprendemos el descenso. Éste lo hacemos por una muy estrecha canal en la que hay que quiarse la mochila para destreparla.
Collada Blanca, y aquí el grupo se divide en dos. Unos subirán al Tesorero y Horcados Rojos, y el resto seguirán hacia Áliva.
La subida al Tesorero no tiene secretos, aunque confieso que nunca la hice por el mismo lugar; tal es el lío de caminos y jitos...Desde la cumbre vemos cientos, Sí, cientos de personas que suben y bajan de los Hdos. Rojos, nuestra siguiente cita. La subida, aunque empinada se hace desde el collado por camino muy transitado. Sin dificultad ninguna, accedemos a la cumbre.
Una vez abajo, volvemos a dividir el grupo. Unos harán Peña Vieja y Sta. Ana y el resto acabaremos el día con unas cervezas en el refugio hotel de Áliva.
Martes 21:
Tras un pantagruélico desayuno, nos ponemos en marcha hacia el collado de Cámara. Antes de llegar al mismo, derivamos hacia la izquierda hasta alcanzar, en su parte alta, la canal de las Grajas y tras un tramo bastante descompuesto, alcanzar el collado que divide el Prao Cortés y el Pico Cortés. Coronamos el Prao Cortés y comenzamos el camino hacia el Pico Cortés. Poco dificultoso, alguna destrepada fácil,
La subida a la Morra es fácil tras una pequeña trepada.
Nos damos prisa ya que aún nos queda subir al Jierru, cumbre muy cercana y de mera transición.
Sólo nos queda bajar hasta el Casetón de Ándara donde charlamos con el guarda y nos tomamos unas bebidas. Segimos por la pista y nos desviamos por Antesoles para bajar a Sotres.
Dormimos el el albergue de Sotres, muy nuevo, limpio y cómodo: completamente recomendable.
Miércoles 22:
Etapa de transición entre Sotres y Cabrones. El plan era acercarse hasta el Neverón y la Párdida, pero las condiciones metereológicas, nos hacen pensar sólo en llegar a Cabrones lo menos mojados posible.
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