5 ago 2009

Varios montañeros piden que se prohíba el parabolt


Un grupo de montañeros aragoneses ha dado la voz de alarma sobre la irrupción en el valle de Ordesa de los taladros industriales con los que se insertan en la pared los anclajes parabolt para practicar la escalada. Esta es una herramienta que permite trazar itinerarios en cualquier pared, con poco esfuerzo y que trae consigo el mínimo riesgo para el deportista gracias a la instalación masiva de los denominados anclajes parabolt. Este sistema está compuesto por una especie de tornillos a presión que dan como resultado "hileras de chapas que se aproximan unas a otras, deteriorando el hábitat rupícola y el desalojo de las aves", tal y como advierten algunos de los montañeros que han advertido de lo problemático de su uso.

Sin embargo, existe un debate enfrentado al respecto entre los propios escaladores. Porque también los hay que defienden su uso temporal, asegurando que los nuevos itinerarios conservan el espíritu aventurero que los escaladores buscan en Ordesa. Y, aunque admiten que no hay que bajar la guardia, niegan que vaya en contra del respeto por lo natural.

En una carta dirigida al consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, al director del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Alberto Fernández-Arias, y al presidente de la Federación Aragonesa de Montañismo, once montañeros han pedido la prohibición del taladro industrial, excepto para aquellas situaciones que puedan ser consideradas como excepcionales. Y su decisión está justificada en lo que consideran "una degradación y devaluación que están sufriendo las zonas de escalada". La petición también la van a dirigir a todos los clubs de montaña.

EJEMPLOS DE USO "La pedriza, Galayos, Riglos, Morata o Calcena son ejemplos de los efectos del uso incontrolado de esta herramienta industrial. Se desbroza la pared de rocas y maleza y prácticamente se cose con anclajes los paños de roca", asegura Jesús Vallés, uno de los montañeros que ha firmado la carta enviada a las instituciones.

"Hace dos años, un grupo de escalada, saltándose todas las previsiones y directrices de la Guardia Civil, abrió una vía con el taladro en una pared donde nidifica el quebrantahuesos. De momento, no ha producido ningún impacto irreversible, pero en 20 o 30 años podremos encontrarnos con que los parabolts habrán colonizado Ordesa. Las paredes serán muy accesibles y fomentarán la masificación", denuncia Vallés.

No obstante, este montañero asegura que aún se está a tiempo de frenar esta ocupación intensiva que lleva "al deterioro de la montaña, porque se pierden las rutas clásicas abiertas por la propia morfología". Y precisamente para conseguirlo han comenzado a movilizarse para pedir su supresión de la escalada.

Ursicino Abajo, Valentín Asensio, Jesús Ascaso, Ramón Cóndor, Pedro Expósito, Ángel López, Gregorio Martínez Villén, Francisco Monzón, Fernando Orús, Manuel Pitarch y Jesús Vallés son el resto de firmantes de la petición. Ellos mismos se autodefinen como "montañeros aragoneses con experiencia en escalada, alpinismo, andinismo e himalayismo; fuertemente ligados al valle de Ordesa por lazos deportivos, ecológicos y culturales".

Jesús Vallés asegura que,en otras zonas del planeta ya se están tomando medidas sobre el uso del taladro industrial y sus consecuencias. "Esta máquina lleva a una pérdida de identidad y de valores de la alta montaña. Por eso hay que anticiparse", dice.

Fuente Diario de Aragón

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