24 may 2010

El gobierno de Nepal pedirá pruebas de las ascensiones



Las dudas sobre las ascensiones a las grandes montañas del Himalaya se tienen que acabar. No es de recibo que, en pleno siglo XXI, se dependa de la palabra y la buena fe de sus interesados protagonistas para oficializar la llegada de un alpinista a una cumbre. El clamor de la comunidad montañera ante las polémicas sobre determinadas cumbres y, en especial, el último caso con Oh Eun-Sun y sus discutidos catorce ochomiles (los primeros para una mujer) han terminado por encontrar respuesta en el gobierno de Nepal.

Las autoridades nepalíes han anunciado un cambio de normativa que obligará a los alpinistas a aportar pruebas de su llegada a la cumbre para que esta les sea oficializada. El Ministerio de Turismo es el organismo encargado de sellar las actas de ascensión una vez terminada cada expedición que se lleva a cabo en las montañas de Nepal y será también la instancia que juzgará la veracidad de las pruebas.
Ahora, los alpinistas tienen que presentarse en la sede ministerial antes y después de cualquier expedición. A su llegada a Katmandú, las autoridades comprueban los datos de los diferentes miembros del equipo y extienden el permiso para llevar a cabo la ascensión solicitada, previo pago de la tasa correspondiente.
Una vez finalizada la expedición, el líder del equipo tiene que volver al Ministerio para confirmar que la actividad montañera ha concluido, contando las incidencias ocurridas y especificando los alpinistas que han hecho cumbre. Con dicho trámite, el gobierno tiene suficiente para sellar la correspondiente acta de ascensión.


Pruebas fotográficas
Con la modificación de la normativa, los funcionarios del Ministerio de Turismo exigirán pruebas de la llegada a la cima de los alpinistas antes de sellar la citada acta de ascensión. Según ha confirmado un portavoz del ministerio: “A partir de ahora nos deben enseñar fotos o imágenes de la cumbre para dar por válida la ascensión”.
La nueva política nepalí se justifica por la picaresca de algunos alpinistas, que afirman haber alcanzado la cima de un ochomil, aunque no lo hayan conseguido realmente, para beneficiarse del prestigio y sobre todo de las ayudas económicas de sus patrocinadores.
“Hemos constatado que muchos alpinistas dicen que han subido a un ochomil, sobre todo al Everest, pero luego no es así”, señalan las mismas fuentes, que agregan que “ahora que existen cámaras digitales y es muy fácil sacar una foto, creemos que es la mejor forma de comprobar las cumbres”.



Localizadores GPS
Además de las pruebas fotográficas, las expediciones a las grandes montañas del Himalaya y a otros rincones remotos del planeta incorporan cada vez más a menudo nuevas herramientas tecnológicas que permiten comprobar la situación del grupo en cada momento. Es el caso de los sistemas de localización vía GPS, que también podrían tener utilidad como garantes de la palabra de los alpinistas en las cumbres.Revista Desnivel

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