30 ago 2009

Cuenta atrás para la nueva vía del Urriellu

Ya está todo prácticamente listo para que los hermanos Pou hagan historia abriendo una nueva vía en el Urriellu. Iker y Eneko ya han escalado cada uno de los tramos de la vía «Orbayu», la que será la más difícil del mundo en escalada libre. Después de trabajar duramente en los últimos días, este fin de semana se tomarán un merecido descanso antes de atacar de manera definitiva la subida al Naranjo de Bulnes. La próxima semana se lanzarán a por el «Orbayu», la vía con la que los hermanos vascos pretenden poner al Urriellu a la altura que merece a nivel internacional.
LA NUEVA ESPAÑA se acercó ayer hasta el refugio de Vega Urriello para conocer el avance de esta gesta deportiva. Durante los últimos días los hermanos Pou han estado entrenando duramente y superando cada uno de los largos de la vía «Orbayu» escalando en libre. A las siete de la mañana comenzaba su jornada, en la que han repasado y memorizado, casi al dedillo, todos los pasos. «Ahora sólo falta que encadenemos los largos y que los hagamos todos de un tirón», explicaba Eneko.

Durante esta pasada semana los escaladores han estado grabando un documental con especialistas americanos con el que pretenden dar a conocer su hazaña: abrir la vía en libre más difícil del mundo. Y es que uno de los objetivos de esta apertura no es otro que dar a conocer al Naranjo de Bulnes más allá de nuestras fronteras y ponerle a nivel internacional a la altura que se merece. «Esta montaña es especial y sin embargo no es conocida fuera de nuestras fronteras. A pesar de su importancia, el Urriellu necesita un tirón a nivel internacional», comentaba ayer Iker.
Los hermanos Pou bajaron ayer de la Vega de Urriellu para tomarse unos días de descanso antes de atacar definitivamente la nueva vía. Han trabajado muy duro en estas últimas jornadas y por eso antes de enfrentarse al reto quieren estar físicamente descansados. Por ello abandonaron ayer el refugio y se dirigieron a su casa. «Allí estaremos desconectados. Esta semana ha sido muy intensa al haber dejado todo preparado. Ahora, nos tomaremos un respiro para enfrentar con fuerzas el intento», explicaron estos escaladores alaveses que después de tantas trepadas en el Urriellu ya se sienten una cordada tan asturiana como la que más.
Los próximos días, el refugio de Vega Urriello se quedará un poco huérfano. Su guarda, Tomás Fernández, y el resto de trabajadores han convivido con los Pou como si fueran de casa, así que su ausencia, aunque sea breve, se hará notar. Aun así, saben que el ataque al «Orbayu» está a la vuelta de la esquina. Así que merece la pena esperar.
Vicente DÍAZ PEÑAS

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