Es verdad que todos conocemos a esos dichosos (por felices) seres con el síndrome de Peter Pan que de forma hábil van sorteando todas las responsabilidades que el mundo adulto te obliga a asumir. ¡¡Felices ellos que no crecen!!
Esta pequeña introducción viene, atrapada entre alfileres, a una sensación que sentimos este sábado cuando corríamos por la Senda del Oso. El tramo sobre el cual entrenamos transcurría desde el cercado de los osos al lado de Proaza hasta algo más arriba de Vega, casi llegando a Bárzana, pasando por Valdemurio, en el concejo de Quirós.
Este segundo tramo de la senda es quizás menos transitado, algo más abandonado y seguro más agrestre que el resto. Los túneles, muros de mampostería que tratan de sujetar unos taludes imposibles, los árboles y la ausencia de gente, me incitan a pensar en cómo sería esta zona hace 100 años. Los trenes mineros, los lugareños trabajando casi por la comida, y como decía Manolo con un equipo de seguridad consistente en una buena boina y una estupendas zapatillas de esparto.
En su momento nos cruzamos con un hombre que rondaría los 80 años que apoyado en dos bastones andaba por lo que fué antigua vía minera, viendo correr a unos ociosos. ¡¡Cuánto habrá trabajado ese hombre!!. Después de la mina, el ganado, la huerta...
Este tramo, según reza un cartel en Valdemurrio, es la antigua traza de un tren minero que entró en funcionamiento en el año 1884, con un ancho de vía de 0,75 metros y una pendiente máxima en algunos tramos del 3%. Era su función la de transportar cok desde las baterías de hornos de Santa Marina hasta los hornos de fundición de hierro de La Fábrica. La vía contaba contaba en Quirós con dos estaciones: La de Torales en la Fábrica y la de Veiga, aunque sólo se llegó a prestar el transporte de mercancías y viajeros durante un corto período coincidente con la guerra civil, a pesar de los acuerdos y promesas suscritos inicialmente. La senda transcurre a partir de Valdemurio por la antigua caja del ferrocarril, salvo el tramo cubierto por la construcción del embalse en 1968, y algún otro tramo coincidente con la carretera As-229.
Seguimos entre castaños, robles y bosques de ribera. Un auténtico paraiso de naturaleza y tranquilidad. En Villaorilla pasamos al lado de una minicentral eléctrica cuya captación de agua está aguas arriba, en Vega. A la derecha, arriba vemos Toriezo. Los gps no están muy sincronizados y hay alguna diferencia de distancia. Decidimos pecar por exceso y hacer caso del mío, el que menos distancia marca y cumplir los 15 kilómetros.Quedamos a escasamente a 1,6 kilómetros de bárzana.
Sin novedad y después de 2:45 hrs, 1042 metros de desnivel de subida y aproximadamente 31 kilómetros llegamos al cercado donde estiramos y nos hidratamos adecuadamente.
La ruta en el Wiki:
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